Mientras llegan las lluvias…
En el post anterior hablábamos de la importancia del agua en el cultivo de las trufas. Pero este año la lluvia ha escaseado bastante, las tormentas de finales de agosto, fundamentales para el desarrollo de las trufas Tuber Melanosporum “han brillado por su ausencia”. Los esporádicos chaparrones que han caído no son suficientes para garantizar una óptima cosecha por lo que en TrufaZero hemos estado regando la plantación durante el verano, que es cuando las trufas están desarrollándose, pero teniendo en cuenta que un exceso de agua es tan perjudicial como su falta.
En la plantación de TrufaZero tenemos instalado un sistema de riego para que las trufas reciban la cantidad adecuada de agua en cada una de sus fases: en mayo y principios de junio, que es cuando nacen los nuevos ejemplares, hay que completar el aporte hídrico que no proporciona la naturaleza; si julio es excesivamente caluroso, como ha sucedido este año, es necesario humedecer un poco la plantación para ayudar al correcto desarrollo de los ejemplares recién nacidos; pero es en agosto cuando las trufas experimentan un desarrollo espectacular pudiendo aumentar su peso hasta 15 veces por lo que el agua es fundamental ; ahora, a finales de septiembre, el tiempo sigue siendo caluroso y las trufas están todavía en fase de desarrollo así que no podemos descuidar el riego; sólo se debe evitar cuando empiecen las heladas de finales de otoño para evitar que se congelen.
Esperamos que la cosecha de TrufaZero este año sea fantástica. ¡Ya queda menos…!
·Foto cedida por Semper Fidelis
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